Este último 15 de julio Perú presento su Informe Nacional Voluntario en el Foro Político de Alto Nivel sobre el avance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Este informe, que debería reflejar los avances del país hacia la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, sin embargo, ha suscitado cuestionamientos sobre su transparencia y la omisión de datos cruciales, marcando otro retroceso en la resquebrajada institucionalidad estatal.
La Agenda 2030 y su importancia
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, adoptada por todos los Estados Miembros de la ONU en 2015, proporciona un plan compartido para la paz y la prosperidad para las personas y el planeta, ahora y en el futuro que cada vez se aelja en su cumplimiento.
En su núcleo están los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que son un llamado urgente a la acción de todos los países en una alianza global. Reconocen que acabar con la pobreza, luchar contra la desnutrición y otras problemáticas debe ir de la mano con estrategias que mejoren la salud y la educación, reduzcan la desigualdad social, cultural y económica, todo mientras se lucha contra la crisis climática y se trabaja para preservar nuestros océanos y bosques.
Sin embargo, en pleno colapso institucional estamos muy lejos de ello, solo hay que ver el incremento de los datos de pobreza monetaria que aumentó el 2023 a 29% diluyendo el ODS 1 de lucha contra la pobreza; o la cifra de 42,4% de niños y niñas de 6 a 35 meses de edad que tienen anemia en nuestro país, echando por la borda el ODS 2 que habla del hambre cero y que decir en terminos de salud y bienestar, ODS 3, después de la pandemia y ser el país con mayor mortandad en el mundo por cada 100 mil personas y no tener ni una sola medida de gobierno después de tremenda catástrofe.
El Foro Político de Alto Nivel (HLPF)
El Foro Político de Alto Nivel (HLPF, por sus siglas en inglés) es la principal plataforma de las Naciones Unidas para el seguimiento y revisión de la Agenda 2030 y los ODS, a través de metas e indicadores consensuados. Reúne a líderes mundiales, gobiernos, representantes de la sociedad civil y el sector privado para evaluar el progreso, compartir experiencias y abordar los desafíos en la implementación de los ODS, pero esa revisión y formato es muy limitado si se quiere tener avances.
En 2015, Perú se comprometió a cumplir con la Agenda 2030. Sin embargo, este tercer Informe Nacional Voluntario ignora una información importante, incluso generada por el propio Estado, ni que decir de los desafíos actuales en las poblaciones vulnerables, principalmente en la protección de pueblos indígenas, lucha contra el cambio climático, gobernanza de la tierra. La crisis política y debilitamiento institucional post pandemia ha intensificado la presión y conflictos sobre los territorios indígenas y campesinos, incrementando la violencia y la explotación de sus recursos naturales.
Asimismo, el informe no profundiza en problemas clave como la corrupción, las reformas legislativas regresivas en derechos que han frenado el avance del país. Sobre la elaboración del informe, en el proceso se excluyó a organizaciones de base social, indígenas y campesinas, limitando su perspectiva a instituciones gubernamentales y empresariales.
La información presentada en el Informe Nacional Voluntario es parcial e incompleta, mostrando una imagen distorsionada de la realidad, como lo demostró la presentación mediocre del informe por parte del representante del Perú ante las Naciones Unidas, Víctor Garcia Toma. Sin duda alguna, crisis y colapso político ha erosionado las instituciones y distorsionado los objetivos de los ODS, alejando a Perú de las metas propuestas en la Agenda 2030 y postergando una vez más a las poblaciones más desfavorecidas.
Aspectos Críticos del Informe Nacional Voluntario relacionado a la tierra y territorio
• ODS 1 (Lucha contra la pobreza): El informe no refleja adecuadamente la situación de los títulos de propiedad de las comunidades nativas y campesinas. A enero de 2024, un 17.8% de comunidades campesinas y un 31.8% de comunidades nativas aún no tienen título de propiedad, datos que no se incluyen en el informe.
• ODS 2 (Hambre cero): La falta de referencia al tamaño de las unidades de trabajo agrícola y la exclusión de la ganadería y la forestería en la medición de la productividad dejan una imagen incompleta del sector agropecuario. En Perú, los datos del INEI muestran un incremento del 100% en ingresos desde 2014 hasta 2022, pero no se consideran los costos de producción ni el tamaño de la unidad agropecuaria. La agricultura familiar -campesina no recibe una verdadera atención por parte del gobierno actual.
• ODS 5 (Igualdad de género): La tenencia de tierras sigue siendo desigual. En Perú, el 50% de las parcelas conducidas por mujeres no tienen título de propiedad, y solo el 29% están inscritas en los registros públicos. El informe no menciona esta situación. Además, solo el 25% del total de productores propietarios de al menos una parcela son mujeres. Las mujeres rurales e indígenas aún enfrentan barreras legales y prácticas injustas.
• ODS 6 (Gestión sostenible del agua): El informe se enfoca en el acceso al agua potable y al saneamiento, omitiendo la gestión y conservación de los ecosistemas acuáticos. Perú ha iniciado un inventario nacional de lagunas y humedales, pero el informe no refleja adecuadamente esta y otras iniciativas.
• ODS 13 (Acción por el clima): La falta de indicadores y la omisión de información reflejan una preocupante falta de voluntad política para enfrentar el cambio climático. Solo se ha reportado dos indicadores y CEPLAN tiene 8 indicadores globales del ODS 13 que aún están en construcción existiendo información generado incluso por el mismo Estado. Esta omisión refleja una preocupante falta de voluntad política para enfrentar el cambio climático.
• ODS 15 (Vida de ecosistemas terrestres): No se reporta adecuadamente la pérdida de vegetación natural ni se mencionan esfuerzos significativos para revertir esta tendencia. En 2021, Perú reportó 16,484,267 hectáreas de áreas degradadas, con la selva registrando la mayor cantidad de hectáreas degradadas. Asimismo, no se ha reportado información sobre lugares importantes para la biodiversidad de las montañas incluidos en zonas protegidasni información sobre la evolución del índice de cobertura verde de montañas.
• ODS 16 (Paz, justicia e instituciones sólidas): La falta de compromiso en la lucha contra la corrupción y la protección de los derechos humanos es evidente. En los últimos cuatro años, 27 defensores de derechos territoriales indígenas y ambientales han sido asesinados en la Amazonía peruana, casos que permanecen impunes.
La presentación del Informe Nacional Voluntario pone en evidencia la necesidad de un enfoque más inclusivo y transparente para abordar los verdaderos desafíos de Perú en su camino hacia la Agenda 2030 que permita atender la protección de derechos humanos especialmente los derechos de los pueblos indígenas, donde se aseguren su tierra y territorio, sus recursos naturales y sistemas alimenticios.
Para conocer más a fondo el análisis sobre las metas 2030 relacionadas a tierra y territorio, haz clic aquí.
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